En los proyectos vinculados al arte, la performance, el teatro o la danza, la fotografía no solo documenta, sino que interpreta y comunica. A través de imágenes pensadas para publicaciones, carteles u otros formatos visuales, se busca traducir la energía del cuerpo en movimiento en una forma que conecte con la mirada del espectador. Cada gesto y cada relación con el espacio se convierte en una herramienta expresiva que la fotografía recoge y transforma en relato visual. Además, se persigue crear una imagen memorable e identificable para el público, que funcione tanto como antesala como complemento para la experiencia de la obra. El objetivo no es solo mostrar, sino transmitir una atmósfera, una emoción, una intención. Así, la imagen se convierte en un puente entre la obra y el público, manteniendo viva la fuerza del instante y abriendo nuevas formas de lectura y experiencia.